Medio siglo de historia

La historia de Puerta Sevilla es equivalente a la de la familia Rosales Arjona, fundamentalmente de su fundador, Alberto Rosales Ortega (Torre de Juan Abad, 1935), siempre con el apoyo de su esposa, Antonia Arjona

La familia Rosales arjona

Alberto Rosales

Manchego de ascendencia cordobesa, el alma máter de esta empresa llegó a Córdoba con sólo 14 años como consecuencia del fallecimiento de su padre y en busca de un futuro profesional del lado de sus familiares.

La primera experiencia profesional de Alberto Rosales Ortega fue precisamente en el Bar Rosales, propiedad de su familia y ubicado en Ronda de los Tejares, frente a la antigua plaza de toros de la ciudad, de ahí su gran afición por la Tauromaquia.

El fundador de Grupo Puerta Sevilla trabajó en otras ciudades, como Palma de Mallorca, Zaragoza y Valencia, entre otras

Alberto Rosales

Presidente de Hostecor entre los años 1994 y 2000 así como presidente de la Federación Andaluza de Hostelería. En el año 2006 se le concede el Reconocimiento al Mérito Turístico

Restaurante Costa Sur

un auténtico puerto de mar

 

La inquietud de Alberto Rosales le llevó a abrir su primer negocio, el Bar Terraza, al público desde el 16 de julio de 1960 en la calle Siete de Mayo (barrio de Ciudad Jardín). El buen nivel de su cocina, que contaba con la colaboración de su madre –Concha Ortega- se convirtió su principal aval y gran atractivo para los clientes.

 

Pese al éxito cosechado en el Bar Terraza, decidió dar un nuevo paso al frente e inauguró así el Bar Crismona (a la postre rebautizado como Restaurante Costa Sur). Alberto Rosales Ortega convirtió este establecimiento en un auténtico puerto de mar, ya que hasta allí llegaba el mejor marisco de Córdoba. Él mismo recuerda con gratitud que albergaba diariamente unas 600 personas.

El Restaurante Puerta Sevilla

proyecto más amplio de la familia Rosales

Inaugurado en 1999, fue el primer restaurante que el grupo abrió en San Basilio. Le siguieron La Viuda (2001) y La Posada del Caballo Andaluz (2012), taberna y casa de comidas respectivamente. Todo ello con la esencia e impronta del fundador, quien en estos 55 años ha conocido a fondo todos los entresijos de la hostelería, la cocina, la sala, la gestión, el servicio al cliente…

 

Una historia, en definitiva, que siguen firmando sus hijos Alberto, Francisco e Isabel.